viernes, 25 de enero de 2008

La prision de la realidad

Obra muy interesante del escritor peruano José María Arguedas en la cual nos narra las vivencias (casi autobiográficas) de Gabriel, un preso politico que es enviado al establecimiento penitenciario conocido como “El Sexto”. Es aquí donde conocerá a una serie de individuos con historias de vida distintas, cada cual con sus propios problemas y demonios. La novela es interesante porque mezcla en la narrativa carcelaria elementos del pensamiento y la ideología politica de la primera mitad del siglo XX.

Resulta interesante ver dentro de la narración los puntos de conflicto y los puntos de acuerdo entre comunistas y apristas (ambos presos politicos); muchos encarcelados eran tambien miembros de movimientos obreros de la epoca y generalmente del interior del país. No debemos olvidar que por ser una carcel, tambien coexistían con ellos los presos comunes tales como ladrones, asesinos y violadores. Es de observar que la prision tenia varios niveles siendo los confinados al primer piso quienes llevaban la carga de ser los mas indeseables y sin ideología, carcomidos por el alcohol y los vicios de la vida deincuencial.

La habilidad de Jose María Arguedas para hacernos sentir a traves de sus palabras el mismo sentir de Gabriel ante los hechos ocurridos en El Sexto, tiene notorios efectos sobre los lectores pues, desde un inicio nos sumerge en ese universo sombrio y oscuro por el cual nos lleva de la mano:

“Nos trasladaron de noche. Pasamos directamente por una puerta, del pabellón de celdas de la intendencia al patio del Sexto.

Desde lejos pudimos ver, a la luz de los focos eléctricos de la ciudad, la mole de la prisión cuyo fondo apenas iluminado mostraba puentes y muros negros. El pabellón era inmenso y no tenía luz. A medida que nos aproximábamos, el edificio del Sexto crecía. Ibamos en silencio. Ya a unos veinte pasos empezamos a sentir su fetidez”

La historia transcurre entre personajes que representan características intrínsecas de una lucha social, es decir entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. A saber, personajes como Cámac (la amistad), Pacasmayo (cuyo trágico final nos envuelve en un sentimiento de culpa), Pedro (líder comunista partidario del odio de clase o de partido), El Piurano (que representa en cierta manera la justicia dentro de un sistema en donde no puedes encontrarla: “hay justicia que mismo uno debe hacer”) y El asesino conocido como el Negro Puñalada (quien, además de violar a un adolescente recién llegado de la sierra acusado de hurto, cuidaba la puerta del primer piso y gritaba con voz gutural y fantasmal, siempre triste, la voz de quienes recibían visitas). Asimismo, cabe señalar la mención de la homosexualidad dentro del penal en relación con el personaje conocido como el Rosita (el homosexual mas respetado del penal por ser un asesino cruel) y la posición mas degradante del ser humano en Clavel, (un moreno explotado sexualmente) que era la “querida” del peligroso delincuente Maraví; y por ultimo Gabriel (que personifica a la solidaridad).

En cuanto al tema ideologico es muy interesante corroborar que el conflicto en el tercer piso (lugar para los presos politicos) existen una serie de dialogos y proclamaciones políticas ejemplares; es decir, todos los personajes en el sexto, incluido Gabriel (el protagonista) consienten en sentirse libres de utilizar la palabra dentro del penal recuperando, contradictoriamente, el habito de la libertad perdida allá afuera. En las proclamaciones de los Apristas y comunistas destacan dos principios: que ellos son dueños de la verdad, y le otorgan una categoría al odio. Frente a esto, Gabriel proclama un programa de solidaridad concreta, insistiendo en su creencia en la vitalidad de la cultura andina cuando dice que “a un hombre con tantos siglos de historia no se le puede sacar el alma fácilmente”.

Las ideas del personaje Gabriel entonces, gozan de una intensidad que realzan las ideas de solidaridad y amistad convirtiéndose en meros sueños dentro de un ambiente tan realista y deprimente como la cárcel. Así, Esta visión de Gabriel hace que muchos lo consideren un soñador:

- “Tienes pues, la enfermedad de los soñadores. ¡Lástima incurable!”
- “Eres un soñador, Gabriel. No aprenderás nunca a ser politico. Estimas a las personas, no a los principios.”

Finalmente, la obra nos deja un sabor de tristeza, de desilusión porque nos muestra que la realidad juega en diferentes niveles haciendonos ver a El Sexto como un mundo al revés en donde lo monstruoso es lo normal, mientras que la fe en la bondad y el sentido de justicia se consideran algo patológico. En los parrafos finales de esta novela podremos notar un pathos apocaliptico, la condenación de un mundo pervertido: el sexto debe ser matado, como una forma de esperanza en homenaje a todos los soñadores.

No hay comentarios: