lunes, 6 de julio de 2009

Los disturbios del estadio Maksimir: de las tribunas a la guerra


13 de Mayo de 1990, partido de fútbol entre dos acérrimos rivales: la oncena del Dínamo Zagreb recibe en su estadio (el Maksimir de Zagreb) al equipo del Red Star Belgrado. La tensión se siente en el ambiente. Cargados de piedras en sus bolsillos, los fanáticos de ambos clubes (los "Blue Bad Boys" del Dínamo Zagreb y el Delije, "los héroes" del Red star Belgrado) esperaban el final del partido para, más tarde, enfrentarse en las calles croatas.

El incidente es famoso por que tuvo lugar semanas después de que el partido nacionalista (en favor de la independencia croata) había ganado la mayoría de los votos en las primeras elecciones libres en Croacia (las que se celebraron en la mayoría de Yugoslavia y donde el comunismo fue derrocado en favor de los partido nacionalista). los resultados de la votación se dieron en Croacia el 6 de mayo, cuando la Unión Democrática Croata ganó bajo el liderazgo de Franjo Tuđman. Eslovenia y Croacia, en virtud del nuevo liderazgo, fueron las principales fuerzas para reorganizar a Yugoslavia en un modelo politico-territorial confederado, pero Serbia mostró su oposición bajo el liderazgo del criminal de guerra Slobodan Milošević apoyado por el aun influyente sistema comunista estatal.

Cerca de 3,000 "Delije" (fanáticos del Red Star) realizaron el viaje a Zagreb. Ellos fueron dirigidos por Zeljko Raznatovic (conocido como "Arkan"), un nacionalista serbio y criminal. Entre 15.000 y 20.000 espectadores se calcula que asistieron al juego.

Los Disturbios empezaron con esporádicos enfrentamientos antes del encuentro "deportivo" que paulatinamente alimentaron la ira de los "Delije". Una vez dentro de las tribunas, los "Delije" comenzaron a rasgar en vallas publicitarias, marchando hacia las tribunas de los BBB atacándolos con asientos y cuchillos, bajo el son de cantos nacionalistas.

Los BBB intentaron asaltar el campo, pero fueron repelidos rapidamente por la policía serbia con gas lacrimógeno. En cuestión de minutos, la situación en espiral se puso fuera de control. Los fanáticos del BBB diezmaron a la policía, y pronto tomaron el campo para llegar a sus rivales serbios del Red Star. Al verse desbordados por el gran número de hinchas, la policía tuvo que regresar a la carga con refuerzos, camionetas blindadas y cañones de agua para dispersar a la violencia. Más de una hora más tarde, con cientos de heridos, la batalla campal se "termina". Lo que no imaginaban era que esto representaba el comienzo de un enfrentamiento de dimensiones mucho más grandes.

LA PATADA DE BOBAN

En medio de todos el caos, varios jugadores del Dínamo aún permanecían en el campo de juego, mientras que los jugadores del Estrella Roja se habían retirado a los vestidores. Zvonimir Boban, capitán del Dínamo, golpeó con una patadas de kung fu a un oficial de la policía que estaba atacando a un Dínamo defensor. Los fanáticos del BBB acudieron en su defensa, en calidad de guardaespaldas. Por este solo hecho, Boban fue proclamado héroe nacional de Croacia, llegando también alcanzar una reputación de nacionalista croata en Serbia. Fue suspendido por la Asociación de Fútbol de Yugoslavia durante seis meses, presentandose cargos penales contra él, aunque el oficial atacó (que resultó ser un bosnio musulmán) le perdonó públicamente por sus acciones después de varios años.




DE LAS TRIBUNAS A LOS CUARTELES

Al año siguiente el enfrentamiento entre serbios y croatas era en las calles pero ya no con piedras, palos y golpes; sino a traves de disparos y granadas, los hinchas habían cambiado el estadio por los cuarteles.

Los enfrentamientos llegaron a la guerra entre ambos pueblos. El líder serbio Arkan se dedico a formar un grupo paramilitar en Belgrado llamado "los tigres". La guerra civil cobró cerca de 2000 vidas. La devastación total producto del odio cortó definitivamente los pocos lazos que ambas naciones mantuvieron durante años.

REFLEXION

Me animé a escribir sobre este tema para darme cuenta de que muchas veces somos testigos de enfrentamientos entre hinchadas de fútbol en las calles de nuestra ciudad. Estos grupos son formados generalmente por niños y jóvenes de los sectores bajos de la sociedad. Los enfrentamientos se dan por el dominio de "territorios" en las calles donde viven. Específicamente, las "barras bravas" encubren todo un sistema de trafico ilegal de drogas y delincuencia impune detrás de sus actos vandálicos, la amenaza y el terror.

Comparando los sucesos del estadio Maksimir, con lo que ocurre los fines de semana; no solo aquí sino en otros paises, léase Hooligans en Inglaterra, Tifosi en Italia, Torcidas en Brasil, etc. me doy cuenta de lo banal de los enfrentamientos (tanto en las calles como en las guerras). Las dimensiones de la violencia pueden llegar a todo con sus grandes tentáculos.


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