viernes, 18 de septiembre de 2009

Historias reales espeluznantes :S

Tráfico de cadáveres para “estudio” es un secreto a voces en Bolivia
Los cinco cadáveres hallados en la azotea del cine Astor fueron traídos de La Paz a Cochabamba hace seis meses, a bordo de un camión.
Darynka Sánchez A. dksanchez@opinion.com.bo
El macabro hallazgo de cinco cadáveres formolizados en la azotea del cine Astor de Cochabamba, el martes 15 de septiembre, colocó en el debate nacional un asunto que es un secreto a voces en varias universidades del país: la compra de cadáveres de indigentes -por los que nadie reclama- para que los estudiantes de las facultades de medicina puedan estudiarlos. Una inquilina de la oficina del edificio Astor, ubicado en la calle 25 de Mayo y Sucre, denunció el hallazgo después que, por efectos de los rayos del Sol, un líquido parecido a la sangre (formol con manchas) se filtró de la azotea a las escaleras y una gota le cayó en la espalda a un inquilino que subía a la terraza y terminó descubriendo, con horror, cinco cuerpos embalsamados en bolsas plásticas negras.Luego del levantamiento legal de los cuerpos, la noticia se regó como pólvora en algunos noticieros de la noche. A las 23:00 horas del mismo 15 de septiembre, un taxista que llevó a una joven de 20 años a la Terminal de Buses y que la oyó hablar por teléfono celular, sobre los cadáveres del cine Astor, la denunció a la Policía y la mujer, que resultó ser secretaria y estudiante de la Universidad de Saint Paul, fue aprehendida. Desde marzoLucinda Loza Hidalgo de 22 años, la secretaria, relató que los cinco cadáveres, cuatro de sexo masculino y uno de sexo femenino, llegaron a Cochabamba en el mes de marzo del 2009, a bordo de un camión en el que también trasladaban escritorios, mesas, taburetes y otros muebles para las oficinas universitarias.Sostuvo que el rector de la universidad de Saint Paul, Juan Paz Villarroel, hizo el despacho del camión y tomó un avión de La Paz a Cochabamba, para esperar la llegada del vehículo y dirigir la descarga. El rector de la Universidad de Saint Paul, Juan Paz Villarroel, dijo en sus primeras declaraciones a la Policía, que los cadáveres recogidos en la azotea son de propiedad de la casa de estudios superiores, que pagó la suma de 1.600 bolivianos, por cada uno de ellos. El objetivo, añadió, era que estos cuerpos sirvan para la práctica de estudiantes de Medicina de esa Universidad, en esta ciudad. El Rector y magíster en Economía, que insistió en que la adquisición de cadáveres es un proceso legal y normal, explicó que tiene un convenio interinstitucional con el Hospital de Clínicas de la ciudad de La Paz y desde hace 8 meses, recoge cadáveres, tanto para la Facultad de Medicina que funciona en la Sede de Gobierno, como para la Facultad de Medicina que tienen en Cochabamba, con el aval del director de ese nosocomio, Eduardo Chávez.En esta ciudad, la Universidad de Saint Paul funciona en la calle Paccieri, entre 16 de Julio y Oquendo, pero los administradores de la misma alquilaron el tercer y cuarto piso del edificio del cine Astor, para instalar algunas oficinas y aulas de la casa de estudios superiores. El mismo Rector declaró que los cadáveres fueron trasladados del edificio de la calle Paccieri, hasta la azotea del cine Astor, la tarde del lunes 14 de septiembre, aprovechando el feriado. Delito contra la salud públicaLos cadáveres no pueden ser trasladados de un lugar a otro, sin contar con sus respectivos certificados de defunción y órdenes de traslado de la División de Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de la ciudad donde fallecieron, explicó el director de esa unidad, Julio Miranda. “Ni siquiera el Código de Tránsito permite el traslado de cadáveres como si fueran animalitos, estamos a la espera de los documentos que aseguran tener las autoridades de la Universidad”, indicó. La autoridad policial señaló que la Fiscalía trabaja en la calificación del delito cometido en este caso. De momento el que se ajusta mejor es el previsto en el Artículo 216 del Código Penal, definido como delitos contra la salud pública. El Artículo 216 señala textualmente, “el que propagare enfermedades graves o contagiosas u ocasionare epidemias, envenenare o contaminare aguas, alimentos o realizare cualquier acto que de una u otra manera afecte la salud de la población, podrá ser sancionado con 1 a 10 años de privación de libertad”. La audiencia de medidas cautelares está prevista para hoy.Los cuerposLos cinco cadáveres recuperados en la azotea del cine Astor, fueron sometidos a una necropsia, para verificar las causas de sus muertes y las datas de las mismas. De momento y de acuerdo al examen preliminar, a tres de ellos les falta la bóveda craneana. Los cadáveres están formolizados. El primero que fue examinado por los investigadores de Homicidios, es el de un varón, está formado por restos óseos de las extremidades superiores e inferiores, caja torácica y no tiene bóveda craneana.El segundo, también de sexo masculino, está momificado, tiene aberturas y cortes en la región torácica abdominal, tiene órganos y vísceras formolizadas. El tercer cadáver es el de una mujer, que tiene aberturas y cortes en la caja torácica abdominal, también está momificado y tiene 3 cortes de cinco centímetros en la fosa ilíaca derecha 5 centímetros, además de una herida suturada.Al cuarto cadáver, momificado, también le falta la bóveda craneana, tiene aberturas y cortes en la región torácica abdominal. Al quinto cadáver, momificado, le falta la bóveda craneana, el brazo y la pierna izquierda, además de la cavidad torácica.

Fuente: Opinion.com.bo

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