jueves, 3 de abril de 2008

La ardilla y el aguilucho

Bueno, el titulo no es exactamente ese, deberia llamarse cuando quieras mear (orinar)..a minas debes caminar. Eran tiempos lejanos en la universidad cuando aun no se erigian ciclopeas construcciones de acero y cemento. Los virginales jardines de Z y H aun no eran tocados salvo por la mano de dedicados jardineros y alumnos con una modorra interminable producto de las aletargadoras voces que dictaban clases en otros pabellones.

Ademas de la civilizacion humana que invadia con respeto dichos ambientes, tambien podia verse a ciertos asilados politicos del vecino parque de las leyendas. Asi, podias ver en plenitud venados, loros, palomas, aguiluchos, ardillas y hasta "perros calatos" ("Basico", el perro magico, no pisaba estas tierras aun..). Todo en perfecta armonia...alumnos, guachimanes, trabajadores de limpieza, jardineros, ardillas, aguiluchos y ratas..era el cosmos deseado para descansar despues de la modorra que me afectaba despues de clases y despues de alimentarme en la concesionaria de alimentos. Sin embargo, ese dia, sucedio algo que hizo que nunca jamas las cosas sean igual en la comarca.....

He aqui mi testimonio, la revelacion que se me ha dado para manifestar las cosas que han de suceder muy pronto...

Estaba yo comodamente sentado, descansando mis entrañas luego de los sagrados alimentos, cuando de pronto un ser de los bosques conocido terrenalmente como ardilla comenzó a juguetear con una bolsa de cemento vacia. Grave error..estaba traspasando el limite permitido que mantenia la armonia entre todos los seres del bosque. Estaba tocando un elemento sagrado de los humanos. Asi, yo era mudo testigo de los acontecido en ese tiempo..la ardilla comenzo a romper en pedazos la bolsa y se dispuso llevar un gran pedazo a la cima de un arbol (tal vez un Ent??..no lo se , ni lo sabre jamas..). En ese momento de inocencia inconsciente, fue que la bolsa tapo sus ojos y no podia ver...en ese mismo momento cual ave fenix aparecio hambriento un aguilucho con ojos de fuego, dispuesto a probar las carnes y huesos de tan candida ardilla. Todo fue rapido..solo en cuestion de segundos el aguilucho arremetio una vez, y luego otra y otra contra la desesperada ardilla; la bolsa le tapaba la vista pero a la vez la protegia.

En el cuarto ataque fue que la ardilla optó por abandonar la bolsa y enfrentar a su hambriento enemigo.

El resultado fue una ardilla atrapada en las garras de un aguilucho de mas o menos dos kilos rumbo al nido donde sus crias podran saborear una sabrosa ardilla fresca..pelos, carne y hueso. Provecho aguilucho...siempre atento a las estupideces de las ardillas.

bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo esta cerca.

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