jueves, 26 de junio de 2008

La pequeña niña..una historia para leer a las doce de la medianoche.




Así me encontré hace dos años cuando estuve una noche estudiando en la casa de un amigo llamado Adán. Su enamorada y yo llevábamos un curso juntos ese ciclo y ella quiso estudiar en la casa de su enamorado conmigo y él que ya había pasado el curso el ciclo anterior.



Sucede que los tres estábamos en el cuarto de Adán, estabamos conversando y estudiando; había una bolsa de snacks y una Coca Cola de dos litros junto a su computadora. Conversábamos y nos relajábamos hablando de cualquier cosa menos del curso que teníamos exámen. La habitación en la que estábamos quedaba en el segundo piso de su casa. La casa de Adán es grande y tiene espacios que son solitarios y oscuros.



Ese día, ocurrió algo que no pensé que me iba a ocurrir.



Adán bajó con su enamorada al primer piso dejándome solo ahí con la computadora. Sin embargo, me aburrí y decidí sentarme en la parte de los pies de la cama que daba justamente frente a su puerta, la cual se encontraba abierta. Fuera de la habitación estaba oscuro, no había ningún foco prendido, sólo el de la habitación en la que yo me encontraba.


De pronto que estoy sentado mirando hacia el frente, veo que una niñita pasa corriendo,la recuerdo muy bien: cabello lacio oscuro, trigueña, con un polito amarillo, sandálias y no más de cinco años de edad. Ella pasó corriendo, como jugando, de izquierda a derecha frente a mi.


Yo pensé que Adán tenía visitas en su casa y que posiblemente la niñita había subido a ver la casa o no sé.


Pasados dos minutos mas o menos, yo seguía sentado, sin sobresalto alguno, no me dió ningún temor, pues pensé que esa niña estaba jugando por la casa. Pero, siendo sinceros, eran las una de la madrugada, ¿Qué niñita de cinco años está a esa hora levantada y corriendo por la casa?..eso pensé, pero no me preocupé.


En eso, Adán y su enamorada suben y llegan a la habitación, y ni bien que entran les digo: "Oe, ¿y la chiquita que esta afuera es tu primita?"


Ambos se miran, como pensando "el también la vió". Yo me quede incrédulo. Me reí y pues no creí cuando Adán me dijo que no había ninguna niñita en su casa.


Y yo le decía: "No me jodas, ¿y la visita que está en tu casa?"


y él: "¿cuál visita?"


Efectivamente, miré abajo y no había nadie.


Luego me preguntaron cómo era y por donde la ví.


-"Ella pasó por aquí y se fue por allá corriendo"- les dije.


-"Pero por allá no hay nada, está oscuro"


Nuevamente, la duda invadió mi centro escéptico y traté de explicarme dónde michi estaba esa niñita. Fuí a ver, salí y recorrí el camino que ella había recorrido y cuando llegué a donde supuestamente ella habría llegado, me topé con la baranda del segundo piso que daba al jardín del primero; y más allá, un cuarto oscuro lleno de llantas de bicicletas, herramientas oxidadas, y pelotas de fútbol y básket desinfladas. Simplemente me reí y pensé que me estaban jodiendo, sin embargo, no encontré por donde pudo haberse zafado esa niñita. No había salida aparente por ese lado.


Tampoco había nadie en el primer piso.

En eso Adán y su enamorada se prepararon para contarme la verdad...






(Continuará...)

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