sábado, 18 de octubre de 2008

El E.A.B. : Estoy "Aguja" Brother

En estos días, la frase "la crisis me esta afectando" se ha convertido en el enunciado obligado en casi cualquier conversación. Y sí, es tiempo de apretarse la correa, pero tampoco es bueno que exageremos, y es que debemos siempre tener en cuenta que "todo en exceso es malo" por lo que las medidas de austeridad extrema también pueden ser un problema:

Mucho más preocupados en no gastar, generalmente tomamos la decisión de no comprar casi nada, sino lo básico y necesario e inclusive lo más barato. No estoy en contra de esa decisión en la economía personal de cada uno porque es lógico hacerlo, pero eso sí: con mucha moderación, ya que al evitarlo vamos, sin intención de hacerlo, formando una gran bola de nieve paulatinamente. El consumidor promedio se retrae al momento de comprar aunque tenga los mismos ingresos y eso causa la falta de liquidez en los mercados. Como ocurre en los fenómenos de pánico, en los que uno se contagia sin saber muy bien ni porqué, y que, si no en su totalidad, fueron los causantes de las grandes caídas de las bolsas y los que desencadenaron situaciones como el crack del 29.

Ahora las tiendas se han puesto regalonas y nos lanzan tentadoras ofertas para comprarles todo lo que podamos. Pero antes de caer en el juego, recordemos que no es conveniente utilizar desmedidamente la tarjeta de crédito inflándola de deudas en largos plazos. Lo mejor que se puede hacer es liquidar los saldos pendientes en el menor plazo posible (máximo 2 cuotas y listo).

De este modo, aquél esfuerzo masivo de algunos comerciales de TV y las ideas que se nos imponen en relación con las ideas del ahorro, de las compras inteligentes, del conocido "la intención es la que vale" y de demostrarnos a nosotros mismos que se pueden pasar buenos ratos en casa sin necesidad de salir de juerga y gastar lo que no se tiene en lo último que se necesita, en esta actual coyuntura, no es muy recomendable.
Muchos psicólogos recomiendan mantener la calma. Si nos dejamos llevar por la histeria colectiva (y comenzamos a sacar nuestro dinero del banco o ya no compramos asíduamente como antes), los efectos para nuestra economía y salud mental pueden ser muy negativos y más si comencemos a sentir miedo por la pérdida del empleo o por la incertidumbre.
La sensación de miedo no es la única consecuencia psicológica de esta crisis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la situación económica que atravesamos puede provocar un aumento de casos de estrés, depresión y desórdenes mentales.
Ahora que vayas a la tienda a comprar ¿Qué cosas obviarás ahora que has empezado a recortar tus gastos?

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