El día de ayer sábado, la selección peruana se preparaba para disputar los puntos para alcanzar un cupo para las eliminatorias a Sudáfrica 2010 contra la selección de Bolivia. Estábamos de visitantes y en altura. Iba a ser algo difícil.
Pero el duelo, en realidad, se daba en las graderías, donde los hinchas bolivianos y peruanos intercambiaban cánticos, hurras y vivas para ver quién alentaba mejor a su equipo nacional. Así, los locales comenzaron a gritar sin cansancio: “el que no salta, una gallina, el que no salta, una gallina”, refiriéndose a la gran barra peruana que estaba alentando en la tribuna (y es que a los peruanos nos conocen como "gallinas" en sudamérica).
La respuesta visitante no tardó en llegarle a los bolivianos y con ironía se escuchó un cantó al unísono:
“Vamos a la playa, oh, oh, oh, oh, oh, vamos a la playa, oh, oh, oh, oh, oh!!!”
Ello en alusión al hecho de que el país anfitrión es mediterráneo por causa de la guerra del pacífico de finales del Siglo XIX.
La hinchada local se sintió ofendida por el recuerdo de que su territorio no tiene salida al mar y replicó desde oriente:
“el que no salta, una gallina, el que no salta, una gallina”
Ya no les quedaba otra de qué agarrarse a los bolivianos pues. Sin embargo, la gran masa de peruanos asistentes al estadio de Santa Cruz respondió, con mayor ingenio, con una parte de la letra del conocido tema del cantautor peruano Micky González:
“el marrrr, el marrrr, los placeres del mar, vamos a gozarrrrr”,
Luego de esto ya no hubo réplica de los bolivianos, (que mierdas somos a veces ¿no?) sin embargo nos ganaron por goleada y pues se desquitaron de aquélla situación que les hicimos pasar. Al final a los bolivianos sólo les queda conformarse con el placer del Lago Titicaca.
De todo esto, finalmente aprendí que si al peruano le tiras una balita, él te responderá con una bala de cañón con su ingenio para replicar.
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