sábado, 8 de agosto de 2009

Los mileuristas


En "Mileuristas", la escritora Espido Freire nos muestra la existencia de una generación caracterizada por su precariedad económica y profesional: jóvenes entre 20 y 30 años que deben conformarse con sueldos insuficientes y que a menudo no alcanzan los mil euros. Es el vía crucis de una generación que se ha encontrado con la llamada "generación previa" (sesenteros y setenteros) impidiendo su acceso a los puestos de responsabilidad y dispuesta a seguir impidiéndolo por mucho más tiempo. La autora realiza un analisis de las causas de su situación cuando al describir la tragedia de los mileuristas, dice que estos:

1) Han vivido en tiempos de cierta bonanza económica.

2) No han tenido que padecer las penalidades que sufrieron sus padres.

3) No se han visto obligados a interrumpir sus estudios para trabajar.

Llegada la hora de estrenar una vida adulta, se encuentran con un panorama muy hostil. Su preparación educativa en muchos casos es inútil: han cursado estudios universitarios en una proporción nunca antes conocida y, sin embargo, han de resignarse a aceptar empleos poco acordes con su cualificación, con frecuencia sometidos a contratos basura. Enseguida se tropiezan, además, con un obstáculo insalvable que detiene sus posibilidades de emancipación: los precios inmoderados de la vivienda, inaccesibles para sus salarios, que los obligan a extender por encima de los 30 años la permanencia en la casa de los padres, o a endeudarse de por vida con una hipoteca.

Existe otro rasgo de los mileuristas que la autora también menciona muchas veces:

1) Los mileuristas han sido una generación acostumbrada desde la niñez a poseer aquello que deseaba, una generación protegida y mimada por sus padres, «tan entretenida con lo que se le ofrecía» que después iba a resultar una generación complaciente, incapacitada para la rebelión.

2) Se trata de una generación desideologizada; sin embargo, no estoy plenamente de acuerdo porque más bien se podria considerar que los mileuristas han acatado la ideología vigente, el pensamiento dominante.

3) Es una generación formada para no poner en tela de juicio la doctrina imperante, simplemente se muestra incapaz de cuestionarla.

4) Aunque la sociedad los excluya o los relegue a los barrios mas pobres, (allá donde sus decisiones no importan) los mileuristas carecen de instrumentos eficaces para plantear una ‘revolución desde dentro’.

Así surge un fenómeno que Espido Freire constata en diversos pasajes de su libro: el rencor. Pero el rencor, finalmente, es otra forma de ser complaciente con el sistema: el mileurista; quizá porque ha sido ‘diseñado’ para aceptar el orden de las cosas, quizá porque su aspiración secreta no es otra que prolongarlo (pero asumiendo roles de mando y prestigio social que hasta la fecha le son vedados); prefiere encerrarse en ese rencor inútil antes que subvertir los valores –o la falta de valores– que le han vendido. A lo mejor el día que se atreva a subvertirlos logra descongestionar ese tapón que impide su crecimiento.

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