MIleuristas III

Mileuristas
Espido Freire (escritora)

Espido Freire emprende en este libro el estudio de su propia generación, de los mitos creados y los reales; analiza la realidad diaria de los jóvenes que crecieron con la promesa de tenerlo todo y que han obtenido a cambio unos escuetos1 mil euros.
Hace algún tiempo, una carta al director de Carolina Alguacil publicada en El País atraía la atención hacia los treintañeros que hasta entonces habían permanecido silenciosos y pasaban desapercibidos2: toda una generación que sobrevivía con mil euros de salario mensual, como mucho. Una generación que vivía en la paradoja permanente: conformista pero desesperada, educada pero sin expectativas, consumista pero pobre, desgajada3 pero con señas de identidad comunes. Un amplio colectivo de jóvenes que sobrevivían con pocos medios en plena sociedad del bienestar. En este libro Espido trata los aspectos relacionados con la sociedad, la educación, la economía... que caracterizan a una gran parte de la juventud española.
Para la autora se trata de una situación previsible: «Gran parte de la responsabilidad corresponde a la generación anterior, que fue joven alrededor del famoso 68 y de los años 80. Fue una generación muy numerosa y que hizo muchos cambios, muchos de ellos necesarios y otros no demasiado buenos. Es una generación que continúa siendo más o menos joven, que sigue teniendo un gran poder y que no acaba de aceptar que existe un relevo4 generacional».
Espido Freire opina que el mileurismo no es tanto un fracaso económico como de expectativas. «Los mileuristas son la última generación que fue formada en los valores de la educación y de la cultura. Los adolescentes contemporáneos tienen una educación muy distinta, en absoluto superior, pero tienen una mayor seguridad en sí mismos, un dominio mayor de los medios de comunicación y una percepción clarísima de su propia importancia, cosa que los mileuristas no. Estos últimos son inseguros, quieren pasar desapercibidos en cierta medida, les interesa otras cosas muy distintas a la generación del 68, que era tan visible, tan chillona en algunos aspectos».
«Los mileuristas son una generación distinta, joven y silenciosa» que está dejando, «año tras año, que el poder se le escape de las manos porque no es consciente de su importancia, ni de su número, porque no se identifica como parte de un grupo y, por otro lado, porque las circunstancias económicas estaban ya establecidas y con unas normas que no eran las suyas».