martes, 8 de diciembre de 2009

El mérito de ser congresista: sueldos, pensiones y las frases más célebres

¿Haber ganado las elecciones para ocupar un sitio en el congreso es suficiente mérito para ganar una pensión que no se condice con la realidad de muchos jubilados en el país?
¿Ser elegido representante de un sector del pueblo genera inmediatamente un aseguramiento de la vida de quien es elegido para cumplir una función legislativa?
¿Cuál es el fin de ser elegido congresista: el servicio, el desarrollo del país, asegurarse un jugoso futuro monetario?
Desde mi punto de vista, la extinta bicameralidad era una manera de elaborar leyes demasiado política y estereotipada: era la división del poder legislativo en dos especies: Senadores y Diputados; los primeros, viejos, doctos, de posible abolengo, con super-apellidos que contenían un "de" compuesto por ahí, eran esa especie política que residía en "la cámara alta"; los segundos, éran jóvenes, con aspiraciones, se dedicaban a polemizar y presentar sus proyectos de ley, acusaban, peleaban, eran elegidos pero no eran necesariamente igual a sus compañeros de "arriba", sus propuestas y acuerdos debían ser cavilados por los senadores. Haciendo una analogía, la boca serían los diputados y el cerebro los senadores.
Con la constitución de 1993, se botó esta figura bicameral y se creó un congreso unicameral, más práctico y con menos integrantes. El gasto público siempre fue uno de los motivos para la expulsión del cerebro legislativo, además de ser catalogados como una carga que no hizo nada y miró con condescendecia todo lo que ocurriá en el desastroso primer gobierno de Álan García, eran en suma, la cúspide de la burocracia en el poder.
Hoy, cualquier analfabeto puede ser congresista, y no lo digo despectivamente, es así, está en la constitución. La concepción de que cualquier peruano pueda ser congresista con solo tener DNI y 25 años de vida es la idea más democrática que se pueda haber adoptado en el país en pro de la inclusión; Pero, como todo, existe un lado bueno y un lado malo. Es precisamente del lado malo del cual me voy a ocupar a continuación:
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CAMINO A LA FAMA
"Ganaste las elecciones por tu partido!! felicidades!! que alegría!! eres representante del pueblo!! Ganaste las elecciones por tu partido!! devuélvenos el favor!! nuestro partido te acogió!! no olvides tus cuotas, ok?"
No he visto un congresista ni siquiera independiente que no le deba un favor a algún poderoso empresario o a un mecenas político que le pague la campaña. Claro, el elegido pone el carisma, la sonrisa y las propuestas (que creadas por un analista y un buen publicista son un Boom en favor de su futura elección) con parte de su dinero, no todo; mientras que el otro, "pone" lo que realmente se necesita. Desde ahí ya estamos eligiendo personas que no representan genuinamente al "pueblo" (utilizaré población o ciudadanía.."pueblo" suena muy demagogo) sino a otros intereses más privados y comerciales. ¿Que preferiría alguien en una situación así?; como dicen por ahí: "when money talks, everybody listen". Ojo que no eres un don nadie: Eres un comerciante exitoso, eres alguien reconocido en tu pueblo o lugar de origen, simplemente te conocen el apellido y a lo que te dedicas...así, pusieron el ojo en ti.
Entonces, si ya no hay independencia; se pierde la esencia de la representación. Te vuelves un político por interés, sin alma y eso que recién estas en campaña. ¿Que harás? prometerás, elogiarás, te inflamarás con la oratoria de aquellas clases recibidas en el local del partido político por el cual postulas. Oratoria, pura oratoria (Sócrates, denostaba a la oratoria en sus "Diálogos" porque implicaba hablar sin transmitir algo verdadero..algo así como un loro). Tienes carisma, eres popular porque te hacen popular, te crean, te presentan, te maquillan y eres un producto presentable. Tu pasado debe quedar bien guardado, hasta que hagas algo que les incomode y lo saquen al público en campañas de demolición de imagen realmente destructivas pero necesarias.
Una vez elegido, eres un ser privilegiado, adquieres inmunidad, tienes vigilancia las 24 horas, movilidad propia, gasolina gratis, privilegios y sueldos de ensueño. Tu vida da un giro de 180º de manera radical. Puedes ir a 80 Km/h en una vía de 60Km/h. Eres importante. Por fin eres congresista! Ahora pues, cambió lo material..¿cambiará lo espiritual? recuerda que eres comerciante de gas, cocalero, dirigente sindical, analfabeto, profesor, docente universitario, vedette, volleybolista, estudiante de derecho, economista. Recuerda tu origen.
Una persona a la cual considero muy humilde, a pesar de tener mucho dinero y demás cosillas que vuelven a uno contento; me dijo un día: "cuando nunca has tenido dinero y repentinamente lo tienes y para remate en grandes e inusuales cantidades, cambias, porque nunca estuviste acostumbrado a tener tanto". Es cierto, veo como muchas personas han cambiado por el hecho de ganarse prácticamente "la lotería". Ello es muy distinto al dinero ganado con trabajo y esfuerzo, y que se traduce en la mayoría de trabajadores del país, quienes a pesar de trabajar muchisimo, solo ganan para sobrevivir.
Debemos tener en cuenta que los puestos públicos se sustentan en los impuestos que todos pagamos. Los impuestos a la renta de cuarta y quinta categoría son los que más nos duelen pagar y tenemos que hacerlo para que funcione y se mantenga el sistema administrativo, burocrático, es decir, para que el Estado pueda seguir moviéndose. En la práctica, todos pagamos los sueldos, aguinaldos, gasolina, vanidades y demás servicios de los congresistas. Sin embargo, ellos no lo ven así: cambian de actitud y tienen inflamado el pecho con su cargo en el poder y ni siquiera se acuerdan que rogaban para que los ciudadanos voten por ellos. Es hora de revertir el favor PERO NO EN PRO DE UN MECENAS, SINO EN FAVOR DE LA CIUDADANÍA.
Al igual que un presidente: a quien se le denomina "mandatario" (osea, el que esta designado a ralizar una labor por encargo de otro), los ciudadanos, el pueblo, la población somos los "mandantes" y le otorgamos esa confianza al primero (el presidente realiza ese trabajo por encargo de nosotros), entonces en teoría el presidente es nuestro asalariado en virtud del contrato más importante que existe: nuestra Constitución Política. Considero que cuando las personas lean la constitución y se la aprendan, realmente habrá un cambio radical en la manera de hacer política y en cómo se administra el Estado.
El congresista es un funcionario público y es menester recordarles que no sólo tienen derechos sino tambien OBLIGACIONES, especialmente de rendir cuentas por ser fondos públicos de donde salen sus sueldos, que son base para su jubilación...¿esos fondos se vuelven privados al entrar en sus billeteras? ¿pero, si eres una persona pública? ¿Por qué no rendir cuentas sobre lo que se gana mensualmente? ¿seguridad? ¿Por qué no sustentan la totalidad de lo que ganan?
Situaciones como esta son las que indignan:
"Los congresistas ya no están obligados a rendir cuenta documentada del 90% de la partida de S/.7,617.20 que les asigna mensualmente el Legislativo ni a sustentar el 10% restante mediante declaración jurada. Desde agosto último, la justificación con recibos o facturas la realizan por un monto no menor al 30%, y el 70% restante, que equivale a más de S/.5 mil, queda prácticamente a su libre disponibilidad pues solo tendrán que firmar una declaración jurada simple para justificar su desembolso.
La medida habría tenido el propósito de evitar que, en el marco de la auditoría que efectúa la Contraloría en el Congreso, se detecte nuevos ‘casos Anaya’ (sí, el famoso "comepollo"..80 pollos diarios se comía). “Al no ser obligatorio sustentar con recibos el 90% de los gastos, sino solo el 30%, se crea un margen para ‘pasar por alto’ posibles anomalías.
En la práctica, amparándose en un reglamento que ellos mismos han elaborado y aprobado, los legisladores han elevado sus ingresos mensuales a unos S/.15,000, producto de la suma de su sueldo y del porcentaje de ‘libre disponibilidad’ de los gastos operativos. Cumplimiento de la ley, dicen ellos. Gollerías y abuso de confianza". (fuente: Peru.21)
Entonces si ellos mismos aprueban lo que ganan y para remate lo esconden ¿qué confianza podemos depositar en ellos, si ellos no confían en quienes los elegimos? Su alicaído nivel de aceptación ciudadana, no parece importarles en lo más mínimo, ratifican su falta de sintonía con la población, decidiendo cambiar para beneficio propio, y entre "gallos y medianoche", las reglas de juego que desde setiembre de 2006 eran aplicadas para la rendición de cuentas de sus famosos "gastos operativos".
La pregunta ahora sería: ¿Un congresista sobrevive o vive del país?
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PENSIONES:
Y ahora, en cuanto a las pensiones que estos personajes reciben y que se dan sobre la base de sus sueldos y sus decisiones (pues es ahí donde todos levantan la mano, se concretiza la democracia y Oh milagro! por fín se logra la unanimidad), podemos notar que el último escándalo sobre la aprobación de pensiones con elevadísimas cantidades de dinero en beneficio de ellos fue algo que, felizmente, no llegó a concretarse.
Así, ¿Qué mérito tiene haber sido elegido por votantes convencidos por sus propuestas y a los que después defraudará?, ¿Cuál es la diferencia entre un pensionista que se partió el lomo trabajando 35 años para el estado y un congresista que trabajó 5 años sentado en la comodidad de su oficina? ¿qué hace la diferencia entre trabajos dispares, con tiempos dispares y con esfuerzos dispares? ¿Derechos laborales adquiridos? ¿Por qué decisiones adoptadas de manera dudosa adquieren legitimidad para personajes que, se sabe, quieren ganar más y más? ¿codicia?. Hay una contradicción que llega al absurdo: el mínimo esfuerzo para obtener el máximo de ganancias: Este sería un buen marco para llevar a cabo un análisis económico de las labores legislativas.
No me imagino a un congresista haciendo cola en el Hospital de la Seguridad Social para recibir atención médica. No me imagino a un congresista protestando por un trato justo al momento de cobrar su pensión en el banco de la nación. No me los imagino sin negocios o empresas fruto de lo que ha ganado durante su etapa como representante en el poder legislativo. No me imagino a un congresista enviando a sus hijos a un colegio estatal o a una universidad nacional o a una de esas que han surgido en los últimos 15 años en el país. Ser congresista en el Perú es un gran privilegio que debe ser retribuído a la sociedad y no en favor propio o de intereses de terceros privados. Copiar proyectos de ley, no tener imaginación, insultar al otro que pertenece al partido opositor, dormir en el congreso, levantar la mano para votar (uf! que cansancio siento), conversar de lo lindo con la comadre o el compadre en el hemiciclo, comer mucho pollo, arreglarse para salir en TV, asistir a eventos, etc. Todo con dinero generado con el trabajo de los contribuyentes. De verdad que ser congresista es sacarse la literalmente la lotería. Traten de cambiar esa imagen: recorten sueldos, piensen en los demás, sean consecuentes y sobretodo NO PIERDAN LA HUMILDAD.
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ALGUNAS DE LAS FRASE QUE PASARÁN A LA HISTORIA DE LA VERGUENZA:
Por último, quisiera recordar algunas de las frases más tristemente célebres de algunos congresistas, éstas han pasado a la historia no solo por lo literal sino por la gran verdad universal que contienen:
- "Juro, por Dios Y POR LA PLATA" (Cruz)
-"Otorongo no come otorongo" (Mufarech)
-“No distingo los tipos de perro. El perro es perro y es perrito y es el hombre más fiel (sic). El perro más fiel del hombre” (Miró)
-"Que me levanten mi inmunidad!" (congresistas atrapados con las manos en la masa)
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